domingo, 20 de abril de 2014

tan lejos, tan cerca

Tener sed de otras tierras
mientras ato mis raíces a tus pasos.

Enredando en las costuras del tiempo
alguna nota desafinada
perdida entre un atardecer morado
y las vueltas de tuerca 
del primer café de la mañana.

Se aleja mi alma azul, extraviada
a medio camino de un llanto absurdo y frío.

Tus huellas, perfectamente alineadas
con el horizonte en calma
se pasean entre las arrugas de mis sábanas
y nos abandonamos a una naturaleza ficticia
que más se parece al asfalto
que a los mares que aún nos quedan por surcar.

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