domingo, 27 de abril de 2014

ecos en la sombra


Hoy me pido
a gritos silencio.
Esta noche al deshacer mi cama
tendré que inventar tus lunares
y perderme entre mis propias sombras,

en el interior de esas frases sin retorno,
en los latidos teñidos de ecos...

miércoles, 23 de abril de 2014

es mi piel

 





es mi piel que dibuja un laberinto 
en cada surco, en cada arruga, en cada pliegue
para perderse, para perdernos
en cualquier gemido profundo
de esta ciudad atada a la agonía
de los días sin sol,
de las noches sin luna...

domingo, 20 de abril de 2014

tan lejos, tan cerca

Tener sed de otras tierras
mientras ato mis raíces a tus pasos.

Enredando en las costuras del tiempo
alguna nota desafinada
perdida entre un atardecer morado
y las vueltas de tuerca 
del primer café de la mañana.

Se aleja mi alma azul, extraviada
a medio camino de un llanto absurdo y frío.

Tus huellas, perfectamente alineadas
con el horizonte en calma
se pasean entre las arrugas de mis sábanas
y nos abandonamos a una naturaleza ficticia
que más se parece al asfalto
que a los mares que aún nos quedan por surcar.

viernes, 18 de abril de 2014

segunda canción de amor*

Y quien lo iba a decir,
que acabaríamos muriéndonos de amor
en cada movimiento
de sístole y diástole.

Que encontraría el sentido
en un silencio pausado,
en un pacto de miradas
en el vals de nuestras pieles.

Y extiendo la mano al cielo
mientras coses un suspiro
que nos perfila inmortales.

Y me ahogo en tus pupilas
pensando un mañana efímero
una ecuación imperfecta
que da el número exacto.

Entonces vuelven las prisas,
los relojes, los astascos,
las dudas de todo, las certezas de nada
que se deshacen en la almohada.





martes, 1 de abril de 2014

día uno después de marzo (y de aquella despedida)

Hoy puedo escuchar esta canción
y estremecerme.
Estremecerme, pero no sentir pena
ni angustia ni desesperanza.

Hoy puedo recordar
sin atar un nudo a mi garganta.
porque tu recuerdo ya no es la soga
que me acerca a la muerte del alma. 

Hoy el azar hizo que escribiera tu nombre
y olvidara aquel veintiuno de mayo
entre el humo de la gran ciudad
y las prisas de la línea 6 del metro