Mi querida cronopia, el tiempo pasa para la gente sin sueños,
para la gente de rutina, de prisas,
para aquellos que no se paran a ver y sentir
la belleza del caos.
Por suerte, mi Maga, tú no eres una de esas famas
y un cumpleaños más no significa una carga a la espalda,
sino un "bonus" de páginas en blanco
para seguir sumando palabras, pasos e historias,
para seguir haciendo magia
con esa tu sonrisa y tu hipnótica mirada.
Intentar cuantificar el cariño y amor que te profeso
sería un insulto al mundo de los números y los adjetivos.
Solo decirte que te deseo lo mejor
en tu día y en tu vida.
Te amo pequeña Maga
y por muchos 22 de junio que se unan a tu espalda,
no dejes que cambien esa armonía
que danza desde el meñique de tu pie izquierdo
hasta o más alto de tu azotea.
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