Es un día más, deliberado gasto!
Otro, en el que no llueven mis ganas de soñar
Donde lo onírico ha desplazado su presencia
Y solo me busca durante noches largas de calma etérea
Que tierna espera de linda almohada
De pulmones que son besos y sedas que mecen danzas.
Nunca debería ser uno más
Cada día vence la insensatez de ser único
Y balancea su esfera en búsqueda de eternidad
Aunque sea sólo por altiva espera
Pasea en continuo orgullo de ser El hijo del único Dios presente: el tiempo
Virtuoso del momento, nos agita en continuo sonajero
Arrastrando a las masas al boceto
De esta sociedad esclava de sus dedos.
Y muele la conciencia perversa
Que lo anula en busca de su propia paz,
Sin poder evitar varar en los puertos de lo efímero.
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