la cosidad, ese desagradable sentimiento de que allí donde termina nuestra presunción empieza nuestro castigo. Lamento usar un lenguaje abstracto y casi alegórico, pero quiero decir que [...]es patológicamente sensible a la imposicón de lo que le rodea, del mundo en que se vive, de lo que le ha tocado en suerte [...]. En una palabra, le revienta la circunstancia. Más brevemente, le duele el mundo.
[Rayuela.- Julio Cortázar]
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